Cuando el Gral. Cárdenas comprende que los republicanos van a perder la guerra, envía a sus mejores diplomáticos a Francia para salvar al mayor número. Desarrollan una gran operación a favor de aquellos que estaban siendo confinados a campos de concentración en el Sur de Francia. Entre 1939 y 1942, en plena guerra mundial, el Cónsul Gilberto Bosques establece el consulado en Marsella y salva aproximadamente a 20 mil españoles y varios miles de judíos, libaneses, alemanes, austriacos, y todos aquellos suyas vidas corrían peligro bajo el nazi-fascismo. Contada por aquellos que fueron salvados.